El auge de los dispositivos IoT y su gran interconexión les convierte en el objetivo perfecto para los ciberdelincuentes, pues podrían hackear desde la seguridad de un hogar hasta la información de una empresa. Los modos de ataque pueden ser muy diferentes, hace que haya que tener en cuenta diferentes aspectos para proteger nuestras redes de manera adecuada y optar a conectarlos es redes privadas. Algunos de estos riesgos son:
Ataque por fuerza bruta
para «obtener» una clave, normalmente la utilizada por el protocolo Telnet. El cual es utilizado por algunos dispositivos de IoT para el acceso de forma remota.
Ataques por denegación de servicio
producen indisponibilidad de los dispositivos por saturación.
Utilización como plataforma de ataque hacia otros dispositivos
Por defecto suelen estar menos fortificados y son más accesibles desde el exterior de la red donde se encuentran.
Obtención de datos
Son de carácter personal de los usuarios como: hábitos de uso, contraseñas de acceso a servicios web e incluso datos de tarjetas de crédito.